FIESTA DE LA SANTA CRUZ.

Fiesta de la Santa Cruz

El día 3 de mayo se celebro, en todo el mundo, la fiesta de la Santa Cruz. La pena de crucifixión fue utilizada antes de Cristo por los romanos, persas y otros grupos militares para castigar ejemplarmente a sus enemigos.

En tiempos de Julio Cesar (59 a.C.) se consideraba tan infame esta pena que, primero, se asesinaba a los sentenciados y, luego, se les colgaba en la cruz. Años después, bajo el mando de Cesar Octavio Augusto (27 a.C.- 14 d.C.) ya se crucificaba vivas a personas para exhibirlas y deshonrarlas públicamente. Los condenados sucumbían de cansancio y asfixia después de varias horas de martirio.

Cristo fue ejecutado en la época del emperador Tiberio (14-36 d.C.) su agonía no fue muy larga pero si dolorosa porque los clavos, en manos y pies, le provocaron una hemorragia constante y un impedimento para respirar. Estuvo crucificado desde el mediodía hasta las tres de la tarde. También fueron ejecutados en la cruz los apóstoles Pedro, Andrés, Felipe, Bartolomé y, probablemente, Judas Tadeo.

La pena de crucifixión fue abolida hasta el siglo IV, cuando el emperador Constantino suprimió también la persecución contra los cristianos. El historiador Eusebio de Cesárea cuenta que Constantino era pagano pero, antes de una importante batalla, tuvo una revelación en la que veía una cruz y escuchaba una voz que le decía: Con este signo vencerás. Interpretando la visión como una señal, mando colocar la cruz en las banderas de sus batallones y obtuvo la victoria.

Santa Elena, madre del emperador, viajó a Jerusalén con el propósito de encontrar la cruz de Cristo. Después de muchas excavaciones encontró, el tres de mayo, tres cruces. Las acerco a una mujer agonizante y con una de ellas la mujer sano instantáneamente. Elena y el obispo de Jerusalén llevaron la cruz en procesión por toda la ciudad. En el camino vieron a una viuda que llevaba a su hijo a enterar. Acercaron la cruz al difunto y éste resucitó.

La tradición afirma que así descubrió cual era la Vera Cruz o verdadera cruz de Cristo. Un fragmento de ella se dejó en Jerusalén y otro se trasladó hasta Roma, donde se sigue venerando. En ambos lugares se construyeron rápidamente hermosos templos en su honor.

Cuenta una leyenda que, cierto día, un albañil cayó de lo alto y se mató pero, al ser tocado por la santa reliquia, revivió. La construcción rápida de los santuarios en honor de la cruz y el milagro del albañil hicieron que cada tres de mayo los constructores o albañiles coloquen una cruz florida en sus construcciones agradeciendo a Dios su trabajo y pidiéndole la protección divina.

Más allá de estos puntos, el Salmo 127 nos dice: Si el Señor no construye la casa, de nada sirve que trabajen los constructores; si el Señor no protege la ciudad de nada sirve que vigilen los centinelas.

Esto significa que sin Cristo ninguna construcción, material o humana tienen sentido, firmeza y seguridad. Lo que se construye sin DIOS, fracasará. Y de nada sirve gastar nuestros días y nuestros años en busca de mil cosas, adelantos y comodidades, si, con esto, pasamos ciegos e insensibles entre tantos hallazgos y alegrías que nos reservaba el momento presente.